miércoles, 17 de julio de 2013

El mundo al revés

Vivimos en un mundo al revés. Bueno, en realidad es la sociedad al revés. La gente que prefiere a Justin Bieber sobre Facundo Cabral. Vivimos en un mundo donde un imbécil que mueve el trasero convoca más gente que un hombre de pensamiento profundo. Una sociedad que venera a Madona pero desconoce la epopeya de Gandhi. 

Un mundo donde las niña quieren parecerse a Britney y los niños al actor de la mini serie. Esta sociedad que promueve el consumo de drogas pero se aleja de las bibliotecas. La gente que suele poner su autoestima en manos de los demás, que su felicidad depende de lo que piense el otro. Vivimos en una sociedad donde pocos viven su vida, sino la que otros decidieron. 


Vivimos en un mundo al revés, donde el hombre abandona su sueño por ganarse el pan. Que termina siendo un pan envenenado, porque no lo gana con amor. 

La sociedad que no se comunica, que no comparte sus sueños con el hermano. El mundo al revés, donde se mata por un par de zapatos y se dejan morir hermanos de hambre. Donde la mayoría del dinero está en pocas manos, mientras millones no tienen para comer.
El mundo al revés, donde la juventud se conforma con comprarse la ropa de moda para salir al local del moda, aunque luego no tengan nada de que conversar. La sociedad que ya no se ve a los ojos, pegados de los aparatos electrónicos. En la era de la comunicación, es cuando la gente se está comunicando menos.

Vivimos un mundo al revés, donde las mujeres ponen su felicidad y autoestima en dos bolas de silicona, y donde el miembro más importante del hombre está en el automóvil.
Donde las caretas abundan, y cada día escasean más las personas auténticas y reales. El mundo donde todos mienten, donde nadie dice lo que piensa. Donde le sonríen al Gobernador , sin importar que sea ladrón y corrupto.


Donde se le llama señor a cualquiera, solo por tener dinero.

Vivimos en un mundo al revés, donde la gente tiene que divulgar lo que hace para ser feliz. Sentir la aprobación de los demás para ser feliz.

No me sumo a esta sociedad que juzga por las marcas, que compra la ropa que le indica la televisión, aunque no le guste. Sociedad vacía, frívola. Esta sociedad donde pocos son capaces de pesar con independencia, y suelen apoyar la opinión de la mayoría.

No voy con esta gente que dice Si, cuando en realidad quiere No. Y al revés. La gente que no toma el volante de su vida. Esta sociedad con oficinas con aire acondicionado repletas de gente que quiere estar en la montaña o en la playa, pero no toman la decisión. No me sumo a esta sociedad cobarde.


No me uno a la gente que esconde sus orígenes. A los negros que quieren ser blancos y a los blancos que quieren ser negros. A los latinos que quieren ser gringos o europeos. A los que fingen el acento al hablar, a los que dicen palabras en inglés porque es "nice", a las rubias de mentira, a los de lentes de contacto, los que quieren ojos azules para parecerse a Brad Pitt y Nicole Kidman.

A los que compran lo que no quieren, con el dinero que no tienen para agradar a gente que no vale la pena.

A esa sociedad, no me sumo. Soy parte de la sociedad, pero me mantenga apartado. Dios me libre de alguna vez mezclarme con esa sociedad. Sueño con un mundo mejor, una sociedad mejor... Pero mientras llega, no me sumo a esa porquería. Vivo apartado, y por lo tanto, feliz y libre .

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