lunes, 22 de septiembre de 2014

La escuela para desaprender

Atención padres y representantes. La presente es para informarles sobre la creación de una nueva escuela. Con muy poca confianza pueden inscribir a sus hijos e hijas y nosotros le garantizamos que, aunque nos tomará algún tiempo revertir todo el daño que han sufrido sus pequeños, el resultado será hermoso: hombres y mujeres. En lugar de ciudadanos y ciudadanas. 

Trabajamos de la siguiente forma:

-  Luego de escuchar las inquietudes de sus hijos, porque aunque son pequeños pueden razonar, incluso mejor que nosotros los adultos (inténtenlo y verán), apoyaremos y fomentaremos sus sueños. Quizás se sorprendan que no queramos convertirlos en ingenieros, arquitectos o médicos, como quizás lo hicieron con ustedes. Es que no queremos incrementar los índices de suicidio por infelicidad y frustración. Tampoco es nuestra intención formar a ciudadanos que deban atragantarse con cerveza para afrontar los días. Solo deseamos hombres y mujeres felices.

-  En lo religioso somos muy poco religiosos. Les mostramos todas las opciones que tienen y que ellos elijan.  

-  Los animaremos a leer las Confesiones de San Agustín y El Eclesiastés de Salomón, y también les mostraremos los goles de Messi y los conciertos de The Rolling Stones. Así les dejamos la cabeza abierta, sin limitaciones.

-  A las niñas les haremos saber que no son perdedoras aunque lleguen a los 25 sin esposo e hijos.

-  No somos muy de protocolo y etiqueta, porque no nos gustan los disfraces. Deseamos que exploten la autenticidad y confianza en sí mismos. Que digan que sí, cuando quieran. Y que no, cuando no quieran.  

- Creemos que somos lo que metemos en nuestra cabeza, entonces les mostraremos otras cosas además de los programas de farándula y las revistas de moda. Algunos libros, por ejemplo. Y muchas cosas pueden mejorar en nuestra manera de vivir si en lugar de leer los periódicos por las mañanas, repasamos algunos cantos de la Divina Comedia.

-  Como nos gustan las personas honestas, les hablaremos de la importancia de hablar las cosas de frente, cara a cara. Como ven, los chismes no son lo nuestro.

-  Como no deseamos que hagan nada porque nosotros lo decimos, sino porque ellos realmente lo sienten, les hablaremos de escuchar al corazón y seguir a la intuición. No a la “razón”, ese gusano que nos implanta la sociedad.

-  Somos bien optimistas, porque hemos descubierto que el pesimismo es una manera un tanto gris de vivir. Entonces, frecuentemente les haremos saber que todo es posible, que si trabajan por sus sueños con constancia y esfuerzo los alcanzarán. Y les recordaremos que el bien es mayoría, solo que las buenas noticias no son muy llamativas para los noticieros.

-  Tomando en cuenta que tomamos rasgos de la personalidad de nuestros amigos, les recomendaremos que no anden mucho con los pesimistas y depresivos.  En el mundo hay gente brillante y será un buen consejo que sigan a cabezas más altas que las suyas.

-  Los motivaremos a que conozcan el mundo. Tenemos cinco continentes con mares, ríos, montañas, desiertos, bosques, selvas, pigmeos y plantas carnívoras. Hay algo más allá de la esquina del abuelo y de los chismes del barrio. Se lo garantizamos.


-  Así que para resumir, a sus hijos los invitaremos a que se pongan a trabajar en su misión, la razón por la que están aquí, sin importar la inofensiva opinión de los demás.

Entonces, anímense. La llamaremos "La escuela para desaprender".

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