lunes, 15 de septiembre de 2014

Hoy me provocó escribir

Hoy me provocó escribir. Escribir sin motivo y sin sueldo. Escribir por el simple hecho de escribir. Escribir porque de pequeño me enseñaron a leer y escribir. Escribir porque me emociona golpear las teclas. Porque me siento un gran escritor sin serlo. Escribir porque siempre me ha gustado imaginarme como un reportero de los años 40, escribiendo en una máquina de escribir.

Escribir porque creo en la palabra escrita. Porque sé que estas figuritas que llamamos letras se unen y llegan al corazón del lector.  Escribir porque un día decidí no hacerlo más y aquí estoy.

Escribir para sentir la presión de una página en blanco y la barrita titilando que te pone a sudar. Escribir para sentir nervios.  Escribir con presión y dudar de si lo lograré. Escribir para mí y para los demás. Escribir y sonreír, e imaginar al lector sonriendo también.

Escribir aunque no tenga sentido, aunque nadie lo vaya a leer. Escribir esperando que alguien lo lea y le guste, aunque repita mil veces que no me importa. Escribir con pasión y con cansancio. Escribir a pesar de la poca trascendencia de lo que escribo. Escribir con mis mañas sin sentido. Escribir y olvidarme del mundo. Otras veces escribir y no poder olvidarme de nada. Escribir concentrado y desconcentrado. Escribir porque es un acto íntimo que luego compartes con extraños.

Escribir con el corazón. Escribir y que se forme un nudo en la garganta.

Hoy me provocó escribir por los amigos que escribieron y que ya no. Escribir porque escribiendo crecí. Escribir para recordar. Escribir para tratar de decir algo sin lograrlo y otras veces sí.



Escribir para terminar de una forma tan redondita y precisa que se siente a cliché. Para terminar así: hoy me provocó escribir. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario